"El inglés a domicilio y personalizado se aprende mejor"
Entrevista a Teresa Subirà
Con más de 60 años de experiencia dando clases de inglés a domicilio en Barcelona, English Anywhere es una empresa consolidada, con solera y calidad, que cuenta con 650 alumnos y alrededor de 30 profesores nativos y titulados. "Facilitamos un servicio personalizado, flexible, y una respuesta rápida y eficaz, adaptada a las necesidades del alumno", explica Teresa Subirà, su directora.
-¿Por qué aprender inglés a domicilio?
Ofrece muchas ventajas. En primer lugar, debemos recordar cuándo aprendíamos mejor en la infancia; si en el colegio, en clase con muchos alumnos, o bien cuando venía el profesor a casa y estaba por ti, a tu ritmo y adaptado a tus necesidades. De ahí parte Anywhere, y su filosofía de aprendizaje a domicilio: cuando te enseñan de manera individual y con un servicio totalmente personalizado, se aprende más y se obtienen resultados. Además, con las clases particulares aprovechamos mejor el tiempo. Venimos a casa o a la empresa, nos adaptamos a los horarios de cada uno, y no se pierde tiempo en desplazamientos.
-¿Y por qué English Anywhere?
Además de los años de experiencia en el sector, nuestro objetivo es que, cuando el alumno aprenda inglés, las clases sean divertidas, interesantes y motivadoras, si no se pierde el interés.
Apostamos por el factor humano, nuestros profesores son jóvenes, titulados, simpáticos, y realizan clases dinámicas. Se crea una relación muy bonita entre profesor y alumno; y todo ello ayuda a que al alumno le gusta el idioma y, si algo te gusta, lo aprendes con ganas. Potenciamos la comprensión oral y el speaking.
También combinamos la renovación de metodologías con las herramientas más modernas para garantizar calidad y resultados a la hora de aprender el idioma.
-El inglés es una asignatura pendiente en España. ¿Por qué cuesta tanto aprenderlo?
Para aprender un idioma necesitas tocar muchas teclas. En los colegios, los profesores cumplen el mismo temario para muchos niños a la vez, sin tener en cuenta las necesidades de cada uno y no se aprende a utilizar el idioma. En las academias de idiomas suelen tener unos 7 alumnos por clase y también resulta complicado controlar, en un idioma extranjero, a tantos niños. Al final, tanto en colegios como en academias, hay un nivel elevado de disciplina y un nivel bajo de aprendizaje.