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La Vanguardia

Dr. Joan Escarrabill, Plan Director de las Enfermedades del Aparato Respiratorio (PDMAR) Departament de Salut y Observatorio de Terapias Respiratorias (ObsTRD) FORES. Red de Investigación en Servicios de Salud en Enfermed

Oxigenoterapia domiciliaria: para vivir más y mejor

Los usos médicos del oxígeno se inician pocos años después de su descubrimiento, a finales del siglo XVIII. Durante la segunda mitad del siglo XX comienza el uso del oxígeno a largo plazo, en el domicilio del paciente. En 1980 se publican dos ensayos clínicos que avalan los beneficios de la oxigenoterapia domiciliaria: la administración continua de oxígeno más de 15 horas cada día aumenta significativamente la supervivencia de los pacientes que padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). 
 
 La administración de oxígeno cambia significativamente el estilo de vida del paciente (y de su cuidador) y, si no dispone de fuentes portátiles de oxígeno, realizar correctamente el tratamiento puede limitar sus actividades fuera de casa. Por otra parte, el suministro de oxígeno y la respuesta técnica a los problemas requieren la intervención de empresas que suministren estos servicios veinticuatro horas al día.
Durante la década de los ochenta se introducen fuentes de oxígeno que facilitan el cumplimento de la prescripción, como el concentrador de oxígeno (aparato eléctrico que a través de un filtro molecular aprovecha el oxígeno del aire atmosférico), o el oxígeno líquido (que dispone de una fuente portátil que puede recargar el propio paciente y permite la deambulación fuera de casa). Pero el hito más importante en relación con este tratamiento es la orden de 10 de octubre de 1990, en la que se regula la prestación del servicio de oxigenoterapia domiciliaria en Catalunya, que  garantiza el acceso a todas las fuentes de suministro, define los criterios de indicación, e identifica los centros prescriptores y la manera de prestar el servicio.
 
Desde entonces se han sustituido prácticamente todas las bombonas por fuentes de suministro que facilitan la realización del tratamiento. A finales de 2013 más de 12.000 pacientes utilizaban oxígeno domiciliario en Catalunya. El Servei Català de la Salut (SCS) asume la financiación de esta prestación que, mediante concurso, se adjudica a diferentes empresas. Según una encuesta de satisfacción realizada por el SCS en 2011, para el 82% de los usuarios de oxígeno en casa el servicio era bueno, muy bueno o excelente.
 
Los elementos que hay que tener en cuenta son: 
 
1. Uso apropiado del tratamiento. La indicación del tratamiento debe ajustarse a las evidencias científicas y la prescripción debe individualizarse al máximo. Una manera idónea de conseguirlo podría ser a través de una “consulta de validación”, gestionada principalmente por profesionales de enfermería expertos en enfermedades respiratorias, en el marco de los servicios de neumología. Las funciones de esta consulta, además de confirmar la idoneidad del tratamiento, serían valorar la mejor manera de facilitar su realización, informar correctamente, asegurar la educación terapéutica y poner en juego todos los elementos necesarios para favorecer la adherencia terapéutica. Así, debería ser más fácil concretar las necesidades asistenciales del paciente y proponer el programa de atención integral más apropiado. El objetivo no es el racionamiento, sino evitar el uso inapropiado de recursos escasos e identificar el mejor plan terapéutico para cada paciente.
 
2. El Servei Català de la Salut, además de velar por la satisfacción global de la prestación, debe promover un seguimiento exhaustivo de la experiencia del paciente, para identificar las oportunidades de mejora. 
 
3. Las empresas proveedoras deben cambiar el enfoque desde el suministro de un producto a la cooperación en la prestación de un servicio. Un servicio que responda a las necesidades de los pacientes únicamente es posible a través de la cooperación de todos los dispositivos: recursos asistenciales en la comunidad (atención primaria y atención intermedia), empresas proveedoras y atención especializada. 
 
En el caso de las enfermedades crónicas que requieren tratamientos como la oxigenoterapia domiciliaria, es imprescindible que la calidad (“vivir mejor”) acompañe a la cantidad (“vivir más”).  En este caso, los esfuerzos deben dirigirse a facilitar la adherencia al tratamiento, evitando en lo posible el sedentarismo y el aislamiento social de los pacientes.

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