La rápida recuperación funcional permite a los pacientes operados de prótesis de rodilla o cadera volver a su entorno habitual, a su domicilio, a los dos o tres días de su paso por el quirófano. “La unidad de Rodilla lo está utilizando desde hace dos años con excelentes resultados en satisfacción del paciente” afirma el profesor Maculé, jefe de unidad de Rodilla, tras la recopilación de cerca de 400 encuestas. “La unidad de Cadera incorporó el programa de educación y recuperación rápida (“rapid recovery” de Biomet) hace un año, habiendo conseguido una optimización de los procesos, con gran satisfacción de los pacientes”, comenta el profesor Combalia. “La implantación del programa rapid recovery mejora la colaboración entre profesionales, la revisión de los cuidados desde los ojos del paciente y la disposición para cambiar las cosas, lo que mejora los resultados” añade Teresa Faura, supervisora.
La cirugía ortopédica y traumatología es una especialidad que ha avanzado mucho en la última década, principalmente debido a los avances tecnológicos en el diseño de prótesis y en su implantación. Ha mejorado muchísimo el confort del paciente en el postoperatorio gracias al mejor control del dolor con fármacos y diferentes técnicas. De forma paralela a estos avances, los profesionales de enfermería están ocupando un lugar cada vez más importante en el cuidado de los pacientes y en la transferencia de conocimientos hacia éstos para procurar su propia recuperación.
Un programa de rápida recuperación en cirugía, también denominado en los países anglosajones como “fast-track” o “rapid recovery” es posible siempre que puedan aunarse los esfuerzos de todos los profesionales implicados en la atención al paciente, mediante una actuación multidisciplinar y coordinada. En estos programas se requiere el consenso de todos los profesionales implicados: cirujanos, anestesiólogos, enfermería, fisioterapéuticas y personal auxiliar, todos trabajando como un equipo cohesionado a favor de la recuperación más rápida del paciente intervenido. Un aspecto clave en el éxito del programa es la educación e implicación del paciente en su propia recuperación. El paciente pasa a ser una parte activa de su proceso quirúrgico.
El segundo factor fundamental gira alrededor de la gestión del dolor, tanto durante el acto quirúrgico como en el periodo postoperatorio inmediato. El concepto de «analgesia multimodal» permite una reducción importante del consumo de opiáceos en el periodo postoperatorio al ajustar cada fármaco utilizado en el control del dolor y, por tanto, minimizar los efectos adversos de cada uno de ellos.
Otro punto decisivo en el éxito del programa es la movilización precoz. El paciente debe volver a su autonomía lo antes posible e iniciar la movilización y deambulacioL9;n en un periodo no superior a 6-8 horas postquirúrgicas.
Tal como se le ha enseñado en el periodo formativo, el paciente sabe que su estancia hospitalaria es para trabajar en su reeducación funcional y que gracias a ello, podrá volver a su vida habitual en un tiempo mínimo.
La aplicación de estos conceptos en la cirugía protésica va a condicionar los comportamientos de los pacientes, de los profesionales de la salud y de las instituciones en los próximos años. Los esfuerzos irán dirigidos a optimizar los procedimientos quirúrgicos, aumentar la satisfacción del paciente y, como consecuencia, se producirá una disminución de costes.