-¿Cómo define a la medicina antroposófica?
La medicina antroposófica surge en los comienzos del siglo XX en Alemania, con el objetivo primordial de: humanizar la medicina y dignificar el ser humano (en la era de la tecnologización progresiva), sostener una imagen unitaria e íntegra del ser humano (en la era de la ultra especialización y visión fragmentada de la naturaleza) y aportar una medicina de la salud (modelo salutogenético) con propuestas terapéuticas concretas para potenciar los niveles de salud individual. El modelo patogenético convencional se basa en la supresión farmacológica del síntoma, no en la restitución e incremento de la salud, sino en la recuperación de la normalidad. Sintetizando, la medicina antroposófica parte desde la medicina técnico-científica y aporta un modelo integrador, de modo que relaciona la parte enferma con la totalidad del organismo y la individualidad (la enfermedad tiene un sentido biográfico). La terapéutica parte desde la totalidad e individualidad, hacia el foco afectado, para restituir la normalidad y recuperar un estado activo de salud fortalecido por el entrenamiento con la enfermedad.
-¿Qué es la precancerosis? ¿Cómo la tratan en su clínica?
La precancerosis es un concepto introducido por la medicina antroposófica, según el cual la enfermedad del cáncer no se inicia con la primera célula neoplásica; ésta es la última fase de la enfermedad. Previamente las condiciones anímicas y orgánicas precancerosas se van instalando con cambios paulatinos, tenues y progresivos durante un silencioso periodo de 7 a 9 años aproximadamente. En este periodo el organismo va perdiendo la capacidad de autorregularse y mantener el justo equilibrio entre la función celular y el principio de forma que estructura y ordena a las células. Estos sistemas antitumorales pierden actividad —fase de hiporreactividad— sobre el crecimiento celular. Esta fase se manifiesta por: curvas de temperaturas corporales bajas en la mañana y al final del día, dificultad para tener fiebre, fatiga y cansancio generalizado. En analíticas se expresa por déficit no explicados de leucocitos y déficit crónico de hierro. En la vida anímica la precancerosis se expresa en tendencias depresivas, desgano vital, falta de empuje y entusiasmo para realizar proyectos. Además la fase de precancerosis puede ir asociada con patologías cronificadas tales como mama fibroquísticas, poliposis intestinal, CIN en cuello de útero, pólipos de vejiga urinaria. La precancerosis como condición, debe vigilarse en pacientes con factores cancerígenos conocidos, como el tabaquismo y los antecedentes familiares genéticos entre otros.
El tratamiento que proponemos desde la medicina antroposófica consiste en corregir las condiciones inmunológicas y anímicas. El viscum álbum es el tratamiento de elección para revertir la situación precancerosa, mejora el status inmune, eleva las curvas de temperatura, potencia la vitalidad en general. De otro lado, el trabajo psicoterapéutico antroposófico es fundamental para comprender y cambiar las pautas propias del perfil psíquico y emocional del paciente predispuesto al cáncer, recuperando el protagonismo y ser líder de sí mismo en la propia biografía.
La precancerosis puede ser reversible en cuanto más precozmente se detecte. Actualmente en oncología carecemos de métodos diagnósticos sensibles capaces de detectar la aparición de las primeras células neoplásicas. Pero la precancerosis y su expresión clínico-biográfica es susceptible de ser objetivada cuando abordamos al ser humano desde una mirada integradora, es la fase sumergida del cáncer. Por esto el cáncer es la enfermedad del silencio. Cuando decimos que 3 de cada 5 personas tendrán cáncer en los próximos años, ya estamos reconociendo la epidemiología de la precancerosis.
-¿En qué consiste el tratamiento integrativo en oncología?
El cáncer afecta al ser humano en su totalidad. En el plano físico-orgánico la substancia celular y fuerzas formativas que controlan, ordenan y modelan células asignándoles un lugar anatómico muy exacto, están desequilibradas a favor de la proliferación celular y en déficit de las fuerzas formativas. El cáncer es la catástrofe de la forma. Por tanto, el tratamiento del cáncer consistirá de un lado, en detener el crecimiento celular descontrolado con los métodos oncológicos hospitalarios, y de otro lado, en recuperar y potenciar las fuerzas formativas creadoras del orden anatómico cuyo déficit permitió la proliferación celular. Son acciones complementarias y necesarias: detener el cáncer y recuperar la integridad de la forma para corregir la condición precancerosa. Así se evita, aplaza y disminuye la tendencia a la recidiva en el tiempo, contribuyendo a aumentar el periodo libre de enfermedad.
Planteamos el tratamiento en tres niveles: el primero, de la precancerosis, el segundo es tratamiento complementario durante la quimioterapia, mejora la actividad inmune y el estado general, evitando complicaciones relacionadas con infecciones y el tercero posterior a los tratamientos hospitalarios, se centra en recuperar la calidad de vida, restablecer la normalidad y luego activar la salud, asumiendo el paciente un papel activo. Es muy importante entender el significado de la enfermedad, y direccionar la biografía. La psicología antroposófica ayuda al proceso de cambio, para no repetir los modelos enfermantes. El conocimiento de sí mismo es primordial, es una fuente de salud (salutogénesis). Así recuperamos la dignidad del ser humano. La enfermedad nos transforma y crecemos interiormente.