Hoy en día, la mayoría de la gente está familiarizada con términos como agricultura ecológica o alimentos biológicos, pero no era así en 1991, el año en que se creó Hortec, la primera cooperativa en España que reunió de manera exclusiva a agricultores ecológicos. Desde entonces, siempre con la filosofía de conseguir productos sanos y de calidad sin perjudicar el medio ambiente, Hortec ha pasado de tener 12 a 25 socios, la mayoría empresas familiares agrarias y desde su almacén de Mercabarna distribuyen frutas y hortalizas ecológicas a más de 150 clientes, sobre todo de Catalunya, pero también de otras partes de España como Madrid, Baleares o Galicia.
-¿Qué productos comercializan en Hortec?
La base de nuestra oferta han sido siempre las frutas y hortalizas frescas, aunque con el tiempo hemos ido introduciendo otros productos como huevos, quesos y patés artesanales, legumbres secas, aceites, etc. Todos los productos que comercializamos están avalados por entidades de certificación ecológica autorizada, como el CCPAE en Catalunya.
-¿Qué diferencia un alimento ecológico de uno convencional?
Básicamente dos cosas: el modo de cultivo y la calidad nutricional. Los alimentos cultivados según los métodos convencionales pueden presentar residuos de plaguicidas sintéticos que son perjudiciales para la salud, al contrario de los ecológicos que han sido tratados con fitoterapia y minerales, sin usar nitratos ni abonos químicos y respetando al máximo el medio ambiente. Por otro lado, el cultivo ecológico aporta al alimento una mayor calidad nutricional dado que se cultiva sin forzar ni intensificar su producción, es decir, que creciendo en un suelo vivo, el alimento es más nutritivo y saludable.
-¿Cómo ha evolucionado Hortec desde que iniciará su actividad?
Al principio sólo distribuíamos los productos de “los pageses” socios. Iniciamos nuestra actividad a través de las tiendas, donde los comerciantes tuvieron un papel muy importante como divulgadores, explicando las propiedades de los productos ecológicos a los clientes. Poco después la demanda de clientes y la necesidad de mover más volumen de producto para ofrecer una gran variedad de productos, hizo que contactáramos con agricultores de otras zonas para tener mayor variedad. Fue entonces cuando decidimos que nos centraríamos en el mercado interior y comenzamos a crear rutas y una red de distribución propia en Barcelona y las comarcas limítrofes, que luego ampliamos a otros puntos de Cataluña y el resto de España, aprovechando la estructura logística que proporciona Mercabarna. A lo largo de nuestra historia destacaría también el punto de inflexión que supuso la crisis de las vacas locas, ya que concienció a los consumidores de la importancia de una alimentación sana.
-¿Cuáles son sus retos de futuro?
Por un lado, seguir dignificando el trabajo de agricultor ofreciéndole siempre un precio justo, sin especulaciones, y por otro, en ofrecer también un buen precio al consumidor final, el cual cada vez es más consciente de que detrás de cada producto ecológico hay, no sólo una alimentación sana, sino una forma de entender la vida.