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El vértigo es un síntoma (como pueden ser la fiebre, el dolor, la tos, etc.) de una enfermedad, generalmente producido por alteraciones en los órganos del equilibrio del oído interno, los llamados receptores laberínticos del sistema vestibular, aunque también puede afectar a otras partes del organismo como el sistema nervioso central, el cerebro, el cerebelo, la columna cervical o el ojo, por eso la especialidad que lo trata es la otoneurología, que se dedica al estudio de la interfaz entre el oído interno y el cerebro. Se trata de una sensación de movimiento de nuestro entorno o de nuestro cuerpo sin que esto ocurra, lo que realmente se mueve son nuestros ojos, de modo involuntario y muy rápido.

Hay que diferenciar dos cosas, una es el tratamiento en el momento agudo de una crisis fuerte, en la que se puede administrar un calmante si dura mucho y otra es tratar el fondo del problema, averiguar qué enfermedad ha producido el vértigo. Existe un tratamiento para cada tipo de enfermedad vertiginosa. Los tres casos más frecuentes son el vértigo posicional, la enfermedad de Meniere y la neuritis vestibular. El primero no se trata con ninguna medicación, pues dura unos segundos y los sedantes vestibulares aumentarían la sensación de inestabilidad. En este caso el tratamiento se basa en unas maniobras que consisten en mover la cabeza del paciente a través de unos ángulos y unos grados determinados, para la recolocación de los otolitos, unos cristalitos del oído que se han desplazado de su lugar habitual. En la enfermedad de Meniere el vértigo se produce por un fallo en todo el sistema vestibular, debido a un aumento de la presión de los líquidos endolaberínticos, lo que genera un movimiento ocular de tipo horizontal, con sensación de giro del entorno. En este caso, se trata al paciente con medicación y dieta hiposódica, y si no mejora pasaremos al tratamiento quirúrgico que consiste en la administración Intratimpánica de Aminoglucósidos. Finalmente, en el caso de la neuritis vestibular, que es debida a una lesión inflamatoria del nervio vestibular, generalmente de causa, vírica o vascular, el tratamiento consiste en eliminar los síntomas de vértigo agudo con calmantes vestibulares los primeros días, para después iniciar un protocolo de rehabilitación vestibular, para  recompensar el equilibrio, donde se enseñan unos ejercicios de fijación de la mirada y control postural.

Todas las patologías que abarca la especialidad de Otorrinolaringología.