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“PLEITOS TENGAS…”. Los dichos populares suelen definir el sentimiento y la percepción social de la realidad. Cuando ésta se traduce en llevar  al litigante a una situación de desespero en la que,  al final del camino y después de un lapso de tiempo interminable,  resulta que la inversión en tiempo, dinero, paciencia y sobre todo y además, habiendo obtenido un resultado favorable a nuestros intereses;  topamos con la triste y lamentable realidad de descubrir que todo ello no ha servido de nada,  al encontrarnos  con situaciones de insolvencia que hacen en ocasiones estéril  todo el proceso judicial.

 La JUSTICIA, con mayúsculas,  debe a nuestro entender traducirse en un mecanismo que aporte soluciones  al ciudadano cuando lo precise,  como instrumento eficiente  de aplicación de la Ley, y ésta evidentemente, debe tener como eje, aparte de las garantías jurídico-procesales que deben regir su concepción y aplicación, tener además  muy presente las necesidades y realidad de nuestra actual sociedad.

 De todos es sabido que los medios con que cuenta en general la Administración, y especialmente la de Justicia, no son en la mayoría de los casos suficientes para atender al gran volumen de procesos que tienen entrada diariamente en los Juzgados; no obstante, nos hallamos inmersos en un proceso de renovación que sin duda dará sus frutos, y en el que debemos implicarnos todos los intervinientes del proceso, desde la Judicatura, Secretarios y Personal de la Administración de Justicia como los Letrados y singularmente los Procuradores por su inmediatez y contacto permanente con los órganos jurisdiccionales.

 La incorporación de las tecnologías informáticas de nuestro tiempo,  nos permiten  a día de hoy optimizar muchos procesos que hasta hace muy  poco tiempo, y estamos hablando de escasos meses;   se duplicaban o triplicaban;  tales como la entrada de los datos básicos de cualquier procedimiento judicial ; que actualmente, y a raíz de la incorporación de la presentación telemática de demandas, hace que la Administración disponga de todos los datos y documentos  del proceso desde el mismo momento en que el Procurador presenta la demanda y la rúbrica mediante su firma digital.  Al propio tiempo y además,   contribuye al sostenimiento de nuestro ecosistema al economizar papel, evitando la manipulación de voluminosos legajos y el consiguiente riesgo de extravío de documentos.

 Asimismo, y dado que el intercambio de información  va en dos direcciones, permite a la Administración realizar las comunicaciones  mediante el sistema LEX-LET, lo cual agiliza y simplifica la práctica de las mismas con las debidas garantías de fehaciencia a los representantes de las partes, en cuyo aspecto cabe destacar la  gestión que han llevado y  llevan a cabo los Colegios de Procuradores. 

 Últimamente, y según manifestaciones del Ministro de Justicia, Alberto Ruiz  Gallardón, se tiene muy en cuenta el papel de los Procuradores dentro del engranaje de  funcionamiento de la Administración de Justicia; como técnicos en derecho procesal y como herramienta que se halla en contacto permanente con los Juzgados;  sirviendo de necesario vínculo de comunicación entre el Tribunal y el Cliente. Como consecuencia de ello se han producido y están en estudio varias modificaciones de la Ley que se traducirán sin duda en una mayor operatividad de los procesos, especialmente el de la Ejecución de sentencias, al dotar a éste colectivo de atribuciones parecidas a la figura de los “Hussiers” existente en Europa, quienes disponen de capacidad para impulsar los procesos de ejecución por si mismos; sin que ello suponga ni mucho menos una privatización de la justicia, sino el aprovechamiento de los recursos humanos, técnicos y tecnológicos de que dispone el colectivo de Procuradores; y que actuaría  llegado el caso bajo la supervisión y tutela de los Órganos Judiciales.

 En este sentido,  Procuraduría Izquierdo siempre se ha caracterizado por impulsar una puesta al día y actualización permanente, tanto en lo  referente a la formación de su equipo como a la incorporación de las últimas tecnologías que hacen posible optimizar la gestión de los procedimientos judiciales y la permanente  información a sus clientes de la situación de los expedientes.

 Agilizar la Justicia no parece tarea fácil, máxime cuando su lentitud está socialmente “normalizada”,  pero debemos dejar atrás las estructuras decimonónicas y tomar conciencia de que, como  profesionales al servicio del cliente, y en estrecha colaboración con la Administración de Justicia; estamos en el siglo XXI,  y el ciudadano se merece recibir un servicio que le aporte no tan solo soluciones, sino que éstas se produzcan en un tiempo razonable.

 Haciendo nuestras las palabras del Titular de Justicia “ No es de recibo que nos contentemos con aplicar parches al sistema”, así como de la portavoz del Grupo Catalán “Hemos de proceder a la incorporación de los procuradores de los tribunales, a nuevos cometidos dentro de la Administración de Justicia que permitan agilizar todo el proceso de las ejecuciones”, debemos concluir que nos debemos a la ciudadanía bajo los criterios de modernidad y eficacia que la sociedad actual requiere, en el contexto de internacionalidad en el que estamos inmersos, y mirando  con responsabilidad al futuro del que formamos parte.

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Procuraduría Izquierdo inició su actividad en 1985 en los Partidos de Terrassa y Rubi, ampliándola posteriormente a Barcelona, Hospitalet, Sabadell, Cerdanyola, y  con posibilidad de actuación en todo el territorio nacional; está integrada por Jaime Izquierdo Colomer, Montserrat Martinez Cerezo y Ramón Jufresa Lluch. Desde siempre, su método de trabajo se ha basado en la profesionalidad, conscientes de que su cometido, como servicio a la partes, debe regirse por los criterios de máxima eficacia, facilitando en todo lo posible la función del Letrado Director en cuanto al control de plazos, señalamientos y elaboración de escritos de trámite; manteniendo puntualmente informado al cliente del curso del proceso y bajo la premisa del respeto hacia todos los intervinientes del mismo.