La Solana, una residencia de referencia junto al lago de Banyoles
Ubicada en una de las zonas más tranquilas y soleadas de Banyoles, a escasos metros del lago y a menos de cinco minutos del centro del municipio, la Residencia per a gent gran La Solana ofrece a sus residentes todos los servicios necesarios para que disfruten de sus años dorados acompañados de un equipo que les brinda la máxima humanidad y profesionalidad.
Tal como señala la Dra. Adela Ribas, que también es su directora asistencial, nuestra filosofía pasa por brindar al residente la atención más personalizada e integral posible basada en el respeto, el afecto y potenciando la autoestima. Para ello La Solana cuenta con un equipo de 39 profesionales, entre ellos 22 auxiliares, dos enfermeras y un médico, que ayudan a los 77 residentes con los que cuenta el centro en la actualidad y que disfrutan de ellas de forma privada o concertada. Junto a las plazas indefinidas hay que añadir otras cinco de centro de día más, así como otras también destinadas a usuarios que deben realizar una convalecencia. En cuanto al perfil de usuario de La Solana, es el habitual de este tipo de centros, en su mayoría son personas de edad avanzada, con un alto grado de dependencia física y cognitiva, aunque también contamos con algunos residentes autónomos, señala la directora asistencial.
Todos estos residentes disfrutan de los servicios de La Solana -en los que se incluye peluquería y podología- y de sus instalaciones, entre las que destaca el propio inmueble, que es un edificio individual diseñado y construido como una residencia y que cuenta con la luz natural como uno de sus principales activos. A su luminosidad -que le da nombre- hay que añadir una magnífica zona ajardinada y un solárium, así como cuatro amplios pasillos de hasta 80 metros, ideales para los paseos invernales o en situaciones de climatología adversa. La Solana también cuenta con habitaciones individuales y dobles, todas con vistas exteriores; gimnasio y salas de recuperación; salas de lectura y ocio y tv; amplios salones y comedores; capilla y cocina propia.
Y junto a unas instalaciones de primer nivel, un conjunto de servicios que se basan en cuatro áreas, que siempre de acuerdo con las necesidades del residente trabajan de forma transversal. Como explica Adela Ribas, en el área de atenciones personales básicas, los auxiliares de geriatría les ayudan a realizar los actos básicos de la vida diaria. En el área de salud, médico, enfermeras, fisioterapeutas y psicóloga, velan por la salud y bienestar de los residentes, coordinando se con los CAP y Hospitales de la zona si es necesario. En el área social, la trabajadora social trabaja junto a la familias las actuaciones de pre ingreso y gestión de recursos externos y en la misma área se realizan las actividades lúdicas y sociales.
Un elemento muy importante es la relación con los familiares. En este aspecto la Dra. Ribas señala que en una primera fase se da una cierta desconfianza por parte del residente y de la familia, que a veces se siente culpable, pero esta se disipa a las pocas semanas, cuando se genera un alto grado de confianza y complicidad con nuestros profesionales. Un equipo profesional que, instalaciones a parte, son claramente el principal activo con el que cuenta nuestro centro y a los que intentamos formar lo mejor posible no solo técnicamente sino en otros aspectos para que transmitan a nuestros mayores los valores de La Solana que son el respeto, la amabilidad, la paciencia, la alegría, saber escuchar, la confianza, entre otros, nos explica la Dra. Ribas.