Entrevista a Josep Graells, abogado y fundador de Graells March Abogados, SLP
"La mayoría de medianos empresarios sólo busca asesoramiento jurídico cuando está en una situación límite"
Hijo y nieto de agricultores, Josep Graells March, fundador de Graells March Abogados, nos explica que aprendió de sus padres y abuelos valores como el esfuerzo, el rigor y la templanza, pilares del despacho desde su fundación. Actualmente junto a su socio José Juan Andújar, se dedica al asesoramiento de empresas y colabora de forma independiente con otras firmas de abogados y auditorías.
-En Graells March cuentan con una dilatada experiencia en el asesoramiento para la organización de empresas. Háblenos de ello.
Es fundamental que el abogado tenga una visión jurídica, financiera y económica de conjunto y debe actuar como médico de cabecera del empresario, seleccionando el mejor equipo de especialistas para afrontar una situación de crisis o de cambio concreto.
Muchos de los empresarios desconocen cuál es su realidad, ya que el día a día les impide ver con perspectiva su negocio. Muchos descubren tarde que el Banco no es su amigo, sino que es un proveedor muy hábil. La estrategia es la clave del éxito.
-Desde su posición como asesores integrales para la actividad empresarial ¿cuál cree que es el problema más habitual con qué se encuentra actualmente un empresario?
La actual crisis supone un proceso de reconversión industrial y un cambio de modelo, que ha puesto en evidencia las deficiencias del sistema, básicamente el endeudamiento excesivo y la poca flexibilidad laboral. Las empresas familiares no estaban preparadas para afrontar esta crisis estructural. Los sentimientos, el orgullo y las afecciones se mezclan con las relaciones personales con los Directores de Bancos y Cajas, lo que conforma una madeja difícil de gestionar.
-¿Qué incidencia ha tenido, a su juicio, la última reforma de la Ley Concursal en el ámbito empresarial?
La Ley Concursal es un instrumento al servicio de la refundación y reestructuración de empresas, que aunque viables, tienen una losa de endeudamiento y una estructura laboral que les impide ser competitivas y crecer.
La Ley Concursal está pensada para salvar empresas y puestos de trabajo, aunque hasta ahora sólo se ha utilizado para liquidarlas. Por ello es fundamental que el empresario se asesores cuando aún tiene margen de maniobra.
Es fundamental que el abogado tenga una visión jurídica, financiera y económica de conjunto y debe actuar como médico de cabecera del empresario, seleccionando el mejor equipo de especialistas para afrontar una situación de crisis o de cambio concreto.
Muchos de los empresarios desconocen cuál es su realidad, ya que el día a día les impide ver con perspectiva su negocio. Muchos descubren tarde que el Banco no es su amigo, sino que es un proveedor muy hábil. La estrategia es la clave del éxito.
-Desde su posición como asesores integrales para la actividad empresarial ¿cuál cree que es el problema más habitual con qué se encuentra actualmente un empresario?
La actual crisis supone un proceso de reconversión industrial y un cambio de modelo, que ha puesto en evidencia las deficiencias del sistema, básicamente el endeudamiento excesivo y la poca flexibilidad laboral. Las empresas familiares no estaban preparadas para afrontar esta crisis estructural. Los sentimientos, el orgullo y las afecciones se mezclan con las relaciones personales con los Directores de Bancos y Cajas, lo que conforma una madeja difícil de gestionar.
-¿Qué incidencia ha tenido, a su juicio, la última reforma de la Ley Concursal en el ámbito empresarial?
La Ley Concursal es un instrumento al servicio de la refundación y reestructuración de empresas, que aunque viables, tienen una losa de endeudamiento y una estructura laboral que les impide ser competitivas y crecer.
La Ley Concursal está pensada para salvar empresas y puestos de trabajo, aunque hasta ahora sólo se ha utilizado para liquidarlas. Por ello es fundamental que el empresario se asesores cuando aún tiene margen de maniobra.