Entrevista a Rafael Durán, de Toldos Durán
"Los toldos cada vez tienen más valor ecológico, estético y decorativo"
Con más de 40 años de experiencia, los hermanos Carlos y Rafael Durán dirigen la empresa de toldos que, con el mismo nombre y fundada por sus padres, ha trabajado para más de 9.000 clientes particulares así como instituciones y empresas como la Fundación Miró, Cafés Tupinamba, RCNB, Residencias El Bastón de Oro o cadena hotelera Tryp. Su filosofía es la de ofrecer soluciones de protección solar y térmica tanto interiores como exteriores con una buena relación calidad precio.
-¿Dice usted que un toldo sirve para mucho más que para proteger del sol?
Es mucho más que eso. Un buen toldo permite ahorrar energía ya que puede hacer reducir la temperatura del espacio o habitación que protege en hasta 6º centígrados. Con eso no hace falta muchas veces activar aires acondicionados. Además nos permite tener intimidad, ver sin ser vistos, e incluso es un elemento estético y decorativo para nuestra jardín, terraza o balcón.
-¿Estética y decoración en un toldo?
Sí, curiosamente en países de Europa donde hace menos sol que aquí los toldos son un elemento fundamental en el diseño de una vivienda. Para algunos clientes importamos y montamos toldos de fuera que por su tamaño y acabado son verdaderas obras de arte. Aquí empieza a serlo, nosotros trabajamos ya con arquitectos e interioristas que empiezan a ver sus posibilidades
-¿Y técnicamente cómo son hoy en día los toldos?
Mucha gente todavía asocia el toldo con una lona verde y una manivela. Ya no es así los materiales son absolutamente novedosos, tejidos acrílicos, de fibra de vidrio o poliéster, que aíslan térmicamente, que protegen de los rayos ultravioletas, transpirables, ligeros, a través de los que se puede ver y con tratamientos que mejoran su aspecto y que alargan su duración.
-¿Y la mecánica?
Los motores y los automatismos también han progresado mucho. Aluminio ligero y muy resistente. Ahora todo se rige con un mando a distancia programable, con sensores para que el toldo se extienda en virtud de la intensidad solar y se repliegue si hace mucho viento y peligra el toldo. La mecánica ha hecho a los toldos silenciosos, fáciles de utilizar, casi inteligentes. Incluso algunos toldos, los que denominamos cofres y semicofres, se recogen dentro de una carcasa metálica para que no estén expuestos al sol o al viento una vez recogidos.
-¿Ustedes trabajan muchos más que el toldo tradicional?
Nosotros nos amoldamos a las necesidades del cliente y las posibilidades del espacio ya sea para un domicilio particular piso o vivienda unifamiliar -o para un establecimiento comercial como restaurantes o cafeterías. Ahora muchas terrazas de hostelería, pensadas para el verano, nos encargan proyectos para adecuarlas al invierno y sacarles un mayor partido.
Es mucho más que eso. Un buen toldo permite ahorrar energía ya que puede hacer reducir la temperatura del espacio o habitación que protege en hasta 6º centígrados. Con eso no hace falta muchas veces activar aires acondicionados. Además nos permite tener intimidad, ver sin ser vistos, e incluso es un elemento estético y decorativo para nuestra jardín, terraza o balcón.
-¿Estética y decoración en un toldo?
Sí, curiosamente en países de Europa donde hace menos sol que aquí los toldos son un elemento fundamental en el diseño de una vivienda. Para algunos clientes importamos y montamos toldos de fuera que por su tamaño y acabado son verdaderas obras de arte. Aquí empieza a serlo, nosotros trabajamos ya con arquitectos e interioristas que empiezan a ver sus posibilidades
-¿Y técnicamente cómo son hoy en día los toldos?
Mucha gente todavía asocia el toldo con una lona verde y una manivela. Ya no es así los materiales son absolutamente novedosos, tejidos acrílicos, de fibra de vidrio o poliéster, que aíslan térmicamente, que protegen de los rayos ultravioletas, transpirables, ligeros, a través de los que se puede ver y con tratamientos que mejoran su aspecto y que alargan su duración.
-¿Y la mecánica?
Los motores y los automatismos también han progresado mucho. Aluminio ligero y muy resistente. Ahora todo se rige con un mando a distancia programable, con sensores para que el toldo se extienda en virtud de la intensidad solar y se repliegue si hace mucho viento y peligra el toldo. La mecánica ha hecho a los toldos silenciosos, fáciles de utilizar, casi inteligentes. Incluso algunos toldos, los que denominamos cofres y semicofres, se recogen dentro de una carcasa metálica para que no estén expuestos al sol o al viento una vez recogidos.
-¿Ustedes trabajan muchos más que el toldo tradicional?
Nosotros nos amoldamos a las necesidades del cliente y las posibilidades del espacio ya sea para un domicilio particular piso o vivienda unifamiliar -o para un establecimiento comercial como restaurantes o cafeterías. Ahora muchas terrazas de hostelería, pensadas para el verano, nos encargan proyectos para adecuarlas al invierno y sacarles un mayor partido.